viernes, 30 de mayo de 2008

¿Cuántos psicólogos se necesitan para cambiar una ampolleta?



Hace algún tiempo una persona X me hizo el siguiente chiste:

Persona X: "¿Cuántos psicólogos se necesitan para cambiar una ampolleta?"
Yo: "No sé... ¿uno?"
Persona X: "Ninguna, la ampolleta debe cambiar por sí misma"
Yo: "... idiota..."

El punto es que últimamente este chiste me ha comenzado a causar bastante gracia, pues veo cómo mis amigos y amigas han empezado a definirse en términos disciplinarios y se identifican cada vez más con alguna corriente psicológica. Ocurre que probablemente alguien a quien de verdad le gusta la psicología, o que al menos siente simpatía por ella, puede responder de diversas maneras, y para mí eso es bastante más chistoso que la boludez original.

Así que he decidido sondear cómo están las tendencias e inclinaciones respecto de esta pregunta. Y ya he recibido un par de respuestas:

1.- Antes de cambiarla, debemos averiguar si la ampolleta realmente quiere cambiar.
2.- Lo primero que se debe hacer, es averiguar si lo que la ampolleta quiere cambiar es lo que realmente necesita cambiar.

Le invito amigo(a) psicólogo(o), o tonto(a) en general, a responder con creatividad e ingenio a esta estupidez que tanto me preocupa.

Saludos.

Se vuelve a abrir esta cosa.

Pretendo volver a usar este blog de puro copión que soy.

La verdad es que lo inauguré hace bastante tiempo, escribí una par de tonteras sin algún contenido claro y finalmente lo abandoné a su suerte, aunque no sin antes ponerle algunas aplicaciones no muy útiles, como el sudoku ése, o el reproductor de música que ya no funciona...

Pero últimamente me percaté de que bastantes amigos han decidido fundar sus propios blogs, o hacer uso de éstos de manera más frecuente que yo. Así que me pregunté "¿por qué no?", y me respondí "no entiendo tu pregunta", me aclaré a lo que me refería y finalmente me dije "bueno, ya".

Así que aquí estoy, volviendo a escribir en HTML, lo cual me hace sentir súper seco y hasta un poco geek.

Veremos si tengo la perseverancia necesaria...