miércoles, 18 de junio de 2008

Yo no me creo la raja.

Nunca ha sido mi intención hablar de música en este blog. ¿Para qué?, ya hay gente que lo hace bastante mejor de lo que yo podría (como referencia, visite "Vancho's Music"). Sin embargo, me he permitido traer para ustedes la bandita musical "Los Mono".

El sábado pasado, en la noche, me encontraba en la casa de Mauri presto a piscolearme junto a mi polola mientras él se vodkanaranjeaba, participando de una de esas muchas conversaciones que no tienen un propósito más que el simple hecho de mantener un clima distendido y agradable. En eso estábamos cuando el dueño de casa decidió poner música y, enchufando su mp3 player a unos parlante bien cototos que tiene, le puso play a una de las canciones de estos tipos que les cuento. Y la experiencia fue bien agradable, aunque breve, así que decidí bajarme el disco y escucharlo enterito. Hoy lo escuché harto mientras andaba en micro y/o metro, y me hizo del viaje una experiencia bien chori.

Se trata de un grupete de tres sujetos y una sujeta que hacen, según dicen, Canción popular melodramática / Hip Hop / Latina, y les resulta harto. Se supone que se formaron en el 2004 para musicalizar una serie para niños que funó antes de estrenarse, y sacaron un disco llamado "Somos los que estamos" que está pichocaluga.

Si me preguntan mi opinión, diría que es una serie de temas bien entretes, con buenos arreglos musicales y voces, que logra desmarcarse de los asuntos sociales y mafiosos de la mayoría de los grupos que hacen hip-hop, permitiendo distraer el oído sin perderse en rimas enredadas y bases repetitivas.

Si me preguntan mi segunda opinión, y pensando en "yeah right!", el grupo de mis amiguitos, diría que es como si Mauri hiciera música para las canciones que escribiría Cacho y que finalmente cantaría Viti.

Así que eso.

Si el disco le tinca, se lo subí a Rapidshare para que lo piratee y lo reproduzca masivamente en cuanto cumpleaños quiera.

Sírvase pinchando aquí: aquí.

Saludos.

domingo, 8 de junio de 2008

Un niño normal.

No sé porqué, pero ando como con cosas de la psicología dando vueltas por mi cabeza últimamente. Está bien, quizás sea porque estudio eso, pero por lo general no suelo pensar en cosas como el inconsciente o en la consitución psíquica del niño... es como si un ingeniero pasara su tiempo libre pensando en fórmulas complicadas, o un proctólogo en su particular objeto de estudio.

Como sea, según algunos teóricos de la psicología infantil, casi cada cosa que hace el pendejo deja una mara en su psiquismo, cosas triviales como chuparse el dedo, cagar y cosas de ese tipo. Con eso en mente, me puse a conversar con mi vieja y me dijo que en mi infancia más tierna no hice varias cosas que se supone que debería haber hecho, para ser normal, ¿no?:

- No tuve tuto, ni muñeco ni nada a lo cual me abrazara constantemente (¿"objeto transicional"?).
- No usé chupete. O sea, tuve pero no lo usé: lo escupía cuando me lo ponían en la boca.
- No gatié, tan sólo un día me paré y empecé a intentar caminar.

No sé qué tan malo puede ser no haber hecho esas cosas, pero quizás sería más inteligente o sano emocionalmente si las hubiera hecho. Le voy a preguntar a mi polola psicoanalista, a ver si me ayuda a entender qué tan mal me pudo haber hecho saltarme esas etapas, según dicen, tan importantes.

Me pregunto si Dexter habrá tenido un tuto. Igual yo aún no mato a nadie...

viernes, 30 de mayo de 2008

¿Cuántos psicólogos se necesitan para cambiar una ampolleta?



Hace algún tiempo una persona X me hizo el siguiente chiste:

Persona X: "¿Cuántos psicólogos se necesitan para cambiar una ampolleta?"
Yo: "No sé... ¿uno?"
Persona X: "Ninguna, la ampolleta debe cambiar por sí misma"
Yo: "... idiota..."

El punto es que últimamente este chiste me ha comenzado a causar bastante gracia, pues veo cómo mis amigos y amigas han empezado a definirse en términos disciplinarios y se identifican cada vez más con alguna corriente psicológica. Ocurre que probablemente alguien a quien de verdad le gusta la psicología, o que al menos siente simpatía por ella, puede responder de diversas maneras, y para mí eso es bastante más chistoso que la boludez original.

Así que he decidido sondear cómo están las tendencias e inclinaciones respecto de esta pregunta. Y ya he recibido un par de respuestas:

1.- Antes de cambiarla, debemos averiguar si la ampolleta realmente quiere cambiar.
2.- Lo primero que se debe hacer, es averiguar si lo que la ampolleta quiere cambiar es lo que realmente necesita cambiar.

Le invito amigo(a) psicólogo(o), o tonto(a) en general, a responder con creatividad e ingenio a esta estupidez que tanto me preocupa.

Saludos.

Se vuelve a abrir esta cosa.

Pretendo volver a usar este blog de puro copión que soy.

La verdad es que lo inauguré hace bastante tiempo, escribí una par de tonteras sin algún contenido claro y finalmente lo abandoné a su suerte, aunque no sin antes ponerle algunas aplicaciones no muy útiles, como el sudoku ése, o el reproductor de música que ya no funciona...

Pero últimamente me percaté de que bastantes amigos han decidido fundar sus propios blogs, o hacer uso de éstos de manera más frecuente que yo. Así que me pregunté "¿por qué no?", y me respondí "no entiendo tu pregunta", me aclaré a lo que me refería y finalmente me dije "bueno, ya".

Así que aquí estoy, volviendo a escribir en HTML, lo cual me hace sentir súper seco y hasta un poco geek.

Veremos si tengo la perseverancia necesaria...